La instalación y el mantenimiento adecuados son esenciales para maximizar el rendimiento y la vida útil del vidrio templado empapado en calor. Durante la instalación, es fundamental utilizar sistemas de marcos compatibles (aluminio, acero o vinilo) que puedan soportar el peso del vidrio y adaptarse a su expansión térmica. A diferencia del vidrio ordinario, el vidrio templado (incluidas las variantes empapadas en calor) no se puede cortar, perforar ni modificar después de la fabricación, por lo que los instaladores deben garantizar medidas precisas y un ajuste adecuado para evitar aplicar una presión excesiva a los bordes del vidrio (el daño en los bordes es una causa común de rotura en el vidrio templado). El vidrio debe manipularse con cuidado para evitar astillas o rayones en los bordes, ya que incluso los daños más pequeños en los bordes pueden crear puntos de tensión que reducen la resistencia del vidrio y aumentan el riesgo de rotura. Los selladores utilizados alrededor del vidrio deben ser resistentes a la intemperie y compatibles con la superficie del vidrio; los selladores de baja calidad o incompatibles pueden degradarse con el tiempo, permitiendo que la humedad, la suciedad o los residuos se acumulen en los bordes del vidrio, lo que podría causar corrosión o debilitar la unión entre el marco y el vidrio. Para el mantenimiento, se recomiendan inspecciones visuales periódicas para comprobar si hay daños en los bordes, rayones o signos de tensión (como pequeñas grietas). La limpieza debe realizarse con limpiadores suaves y no abrasivos y paños suaves, evitando productos químicos agresivos o herramientas abrasivas que puedan rayar la superficie del vidrio, lo que no afecta la resistencia pero puede reducir la transparencia. Es importante destacar que si se detecta algún daño (como astillas o grietas en los bordes), un profesional debe reemplazar el vidrio de inmediato; el vidrio templado no se puede reparar y las unidades dañadas pueden romperse inesperadamente bajo un uso normal. A diferencia de otros tipos de vidrio (como el vidrio laminado), el vidrio templado empapado en calor no requiere un mantenimiento frecuente más allá de la limpieza básica, pero las inspecciones proactivas ayudan a detectar posibles problemas a tiempo.