El vidrio aislante con barras espaciadoras se aplica ampliamente en los sectores de edificios residenciales, comerciales y públicos, adaptándose a diversas necesidades funcionales y estilos arquitectónicos. En edificios residenciales, es la opción estándar para ventanas, puertas corredizas de vidrio, claraboyas y balcones de vidrio. En las regiones frías (por ejemplo, el norte de Europa, Canadá o el norte de EE. UU.), se prefieren las unidades de doble o triple panel con relleno de argón y espaciadores de borde cálido para maximizar la retención de calor, manteniendo los hogares calientes en invierno sin abusar de las calderas. En regiones templadas o cálidas (por ejemplo, el sur de Europa, Australia o el sur de EE. UU.), ayuda a mantener interiores frescos al bloquear el calor solar y reducir el uso de aire acondicionado. En edificios comerciales, como torres de oficinas, centros comerciales, hoteles y tiendas minoristas, se utiliza para muros cortina, grandes fachadas de vidrio y particiones interiores. Los muros cortina hechos de este vidrio crean una estética moderna y transparente (un sello distintivo de la arquitectura contemporánea) al tiempo que reducen los costos operativos de energía para las empresas. Instalaciones públicas como hospitales, escuelas y bibliotecas también dependen de él: los hospitales lo utilizan en las habitaciones de los pacientes y en los quirófanos para mantener temperaturas estables (crítico para la recuperación de los pacientes y los equipos médicos); las escuelas lo instalan en las aulas para reducir el ruido y crear entornos de aprendizaje luminosos; las bibliotecas lo utilizan para minimizar las distracciones externas de los lectores. También es un elemento básico en proyectos de construcción ecológica y edificios con certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), ya que sus propiedades de ahorro de energía contribuyen a reducir la huella de carbono y cumplir los objetivos de sostenibilidad.