Una ventaja clave del vidrio aislante con barras espaciadoras es su rendimiento superior de aislamiento térmico, cuantificado por un bajo valor U (una medida de la tasa de transferencia de calor). El vidrio de un solo panel normalmente tiene un valor U de 5,8 W/(m²·K), mientras que el vidrio aislante estándar de doble panel con espaciadores de aluminio y una cavidad llena de aire alcanza un valor U de 1,8-2,5 W/(m²·K). Cuando se llena con gas argón, el valor U cae a 1,2-1,6 W/(m²·K), y las unidades de triple panel con gas criptón pueden alcanzar valores U tan bajos como 0,7 W/(m²·K). Esto se traduce en importantes ahorros de energía: los edificios que utilizan este vidrio reducen los costos de calefacción entre un 25% y un 35% en climas fríos (al retener el calor interior) y los costos de refrigeración entre un 15% y un 25% en climas cálidos (al bloquear la ganancia de calor exterior), aliviando la carga de los sistemas HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado). Además, proporciona una insonorización eficaz: la cavidad de aire cerrada y los múltiples paneles de vidrio absorben y amortiguan las ondas sonoras, reduciendo el ruido externo (como el tráfico, la construcción o el ruido urbano) en un 30-40 % en comparación con el vidrio de un solo panel. Este beneficio acústico es vital para edificios cerca de carreteras, aeropuertos o distritos comerciales con mucho tráfico. A diferencia del vidrio especializado, como el vidrio a prueba de balas, el vidrio aislado con barras espaciadoras mantiene una excelente claridad óptica, lo que permite que la luz natural ilumine los interiores, lo que reduce la dependencia de la iluminación artificial y mejora la comodidad de los ocupantes, mientras que los espaciadores llenos de desecante previenen la condensación, lo que garantiza visibilidad durante todo el año y previene el crecimiento de moho o la degradación del vidrio causada por la humedad.